Últimos coletazos del verano

El martes día 30 de agosto, ya casi todo el grupo de moteros estaba de retirada, sólo quedaba en activo el mundo de la educación: Maturro y Tilli, así que había que aprovechar. Comunicado de Luis (llamada): "podrían  i a almorzá a algún lau". Como es sabido el Maturro casi nunca dice que no: "an van".

La marcha se encaminó hacia Graus, previo paso por la Puebla de Castro y su ermita románica del siglo XII: San Román de Castro.

Espectacular sitio y espectaculares vistas. Diría yo, que casi todo el grupo una vez u otra ha estado allí (tal vez el Tellero no, no sé), pero no es suficiente verla por fuera (que también), el interior es de lo mejorcito del románico aragonés.

Conversaciones profundas con el Tilli: pa qué debeba serví esto u aquello, qué cuánta chen nabria teniú que traballá pa fela, que si desde aquí vei aquello u aquello otro... cosas de ixas.

Entre unas cosas y otras estuvimos un rato. No andábamos con prisa. Día de relax motero.

Próxima parada, Graus. A almorzar.

Propongo el Bardají. Allí el camarero es motero de enduro y se conoce bien todo el monte próximo a Graus (en alguna ocasión nos a indicado. Buen tío). A Luis le apetece más el Rocola. Allí vamos.

Como se ve en la foto, un acierto. Almuerzo de lujo. La envidia de la huerta (y de los motero-románicos currantes).

Buen almuerzo. Guapa y sinpática chica (la camarera que nos hace la foto). Buena "llonganiza" y "birras". También sin prisas... como tiene que ser para el mundo del motor que sabe comer.

Entre unas cosas y otras ya se nos ha hecho tarde. Me hubiera gustado llevar a Luis a San Martín de Caballera (resulta éste, un lugar extraordinario desde todos los puntos de vista: arquitectónico, histórico, cultural, paisajístico, endurero/deportivo... en fin una maravilla), pero tampoco es cuestión de llegar a las 16:00 a comer (fame no entenivan...  pero bueno).

Tomamos dirección al castillo de Pano (siglo XI), encima de Panillo (donde los Lamas). Con ganas de moto. Abriendo gas. To p'arriba. En un verbo allí.

Como no podía ser de otra manera, también aquí vistas espectaculares. Vemos todo el valle del Isábena  y el Ésera con sus respectivos castillos: Fantova, Lascuarre, Roda de Isábena, etc. etc..

También aquí tranquilidad y conversaciones profundas (casi las mismas de antes pero con más carga política: los curas y los ricos no subirían todas estas piedras...)

No es muy tarde: las 13:00. Si vamos a Troncedo por carretera en un momento estamos en San Martín de Caballera. En marcha.

Dicho y hecho. Además, camino de Ferraris (lo han arreglado una pasada). El tramo de Caballera al monasterio, como siempre: desastroso, mal... cojonudo, endurero de los buenos.

Yo ya lo conocía. A Luis le encantó. Los que no habéis estado, visita obligada... "Sebas, hay que conectarlo con Santaliestra... como sea".

Fotos de distintas faunas residentes

A la vuelta, ligerísima pérdida de camino. Le preguntamos a un Sr. mayor residente en una de esas casa solas de por ahí (han arreglado varias). Acojonante, un tipo simpático con los moteros, algo inaudito, el personal del campo está hecho de otra pasta.

Lo hemos pasado tan bien que renunciamos a la carretera y seguimos por camino hasta Ejep (allí carretera).

14:30 "birra" en la gasolinera de Estadilla. Para ser que no era día motero: 86 km. (no está mal).

Way, way... otro más